La obra de Eugenio Trías fue al doblar la década de los sesenta -y como una prefiguración de los cambios que estaban por ocurrir en el terreno político y social en la España de entonces- un anuncio de un renacer filosófico en lengua española, que alcanzó incluso a los páramos más bien poco fértiles en ese tiempo de la academia mexicana. El propio Eugenio Trías lo señala en su prólogo: su obra fue bien acogida en México gracias a Adolfo Sánchez Vázquez, pensador de cuño marxista que no se dejó cegar por los dogmas. Pero a partir de ahí Eugenio Trías ha sido leído y comentado en México, y el libro que el lector tiene en sus manos, La existencia y sus sombras. Trías y las pasiones del logos, es una culminación de este proceso. Cresenciano Grave, autor de Metafísica y tragedia, Ediciones sin nombre 2008, elige un punto de vista, que pone en el centro la noción de límite, a partir de la lectura de la Meditación sobre el poder de Trías. Desde allí asume una lectura que involucra distintas facetas del pensamiento del filósofo catalán: la estética y la música, la ética y la ontología. La existencia y sus sombras, es -como señala el propio Trías- algo más que una exposición de su pensamiento, pero ese «algo más» es también una manera de fidelidad a ese mismo pensamiento.
Edición de 2012
Editorial: Ediciones sin nombre